¿Quienes somos ?

Antier soñe, ayer lo intente, hoy fracasé y mañana lloraré...



La lastime a ella y me desepcioné a mi mismo...



Pobre diablo...

C. Ernesto Barrios Vega | Crea tu insignia





lunes, 23 de mayo de 2011

Divagando tristezas...


Una vez mas me encuentro solo en mi cuarto pensando en cientos de cosas, miles de situaciones y millones de frustraciones que aquejan a las personas durante la vida diaria... ¿Digo diaria? ¿Entonces qué significa la vida para nosotros? ¿La individualidad social? ¿La estabilidad económica? ¿El amor? ¿La riqueza? ¿O simplemente son cuestiones estipuladas por el hombre?

Y esque realmente nunca logramos ser felices completamente pues no nos damos cuenta que la vida es relativa con respecto a nuestro estado de ánimo y va de la mano a los momentos mas gloriosos como cuando estas a punto de morir y sales ileso riendote de lo que pudo haber pasado...

¿Morir?
Hace un tiempo estuve  muy mal, tal vez derrumbado o simpemente deprimido, ya que uno siempre se pregunta ¿Por qué todo me tiene que pasar a mi???
Y esque era una tras otra, un golpe fuerte y de repente al piso y ya tirado la vida me pateaba con descaro y sadismo... Tristeza, desepción, llanto, depresión, ansiedad, deseo, esperanza, nostalgia y viejos recuerdos apuñalándome por instantes...

Durantes este periodo estuve pensando demasiado en cómo salir de dicho agujero en el cual me encontraba tirado, con los brazos lastimados, con las piernas rotas y sin optimismo alguno...

Trate y trate durante noches enteras sin poder dormir, obsecionado con poder lograrlo sin darme cuenta que esto era precisamente lo que mas me hundía...

En una de tantas noches quedé exhausto y me quedé dormido, al pasar esto tuve un sueño algo extraño que reflejaba mis deseos mas profundos y la forma en que me sería mas agradable morir:

Allí estaba yo, pensando en ella como siempre a oscuras y mirando la luna con la esperanza de que ella tambien la estuviera viendo, entristecido por la forma en que todo había terminado...
Justo en ese momento me volqué incontrolable, sentia una angustía que no podía parar y un deseo insaciable de ir a buscarla...
De repente apareci frente a la puerta de su casa y al tocar el timbre salió...
No existian palabras y solo la abrazé y temblando le pedi perdón por todo y le supliqué que se quedara conmigo...